El dinero, pienso, es un virus mortal de la moral. Destronó a los valores en el afán de poseerlo para ser "más" o "mejor" que otros sin importar el cómo se consiga o por encima de quien se pase aunque sea sobre sí mismos.
No entender el valor del dinero hace que las personas tengan un precio muy bajo porque el tener se hizo más importante que el ser.
Grandes sueldos implican pérdida de los principios para mantener "felices" a los dueños de las empresas, mismos a los que sus empleados les significa menos que otro objeto de producción.
Irse a la cama con los fantasmas de la corrupción y el dinero mal habido porque, si bien no es quien roba si es quien lo permite con su silencio cobarde y conveniente a sus intereses mundanos.
Bien dicen que no hay mejor almohada que una consciencia limpia... pero, ¿Tiene consciencia la humanidad?
DecepcionadO, con desesperanza, sin fe en los demás, con demasiada capacidad intelectual para venderme y solidez axiológica firme para rendirme.
Desde mi cama... viendo el mundo destrozarse.
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