miércoles, 22 de julio de 2020

CUESTIÓN DE ACTITUD - CONTEXTO PERSONAL




La pobreza económica es el reflejo de la pobreza espiritual y mental. Existen muchas excusas sociales para justificar la posición "inequitativa" que se ocupe en la pirámide del poder pero pocas veces se alude a las razones por las cuales se mantiene ese lugar. No puede quedarse el ser humano sentado y quejándose por las características de su entorno, todo lo contrario, debe levantarse de su cómoda silla de lamentos para ir en pos de esos ideales que le harán diferente y único y no alguien más de ese montón que se limita y se detiene. Las oportunidades existen, y en gran cantidad, pero jamás llegan a nuestras manos sin esfuerzo. Por cierto: entre menos gente a cargo se tenga más fácil se hace emprender el vuelo. Sin hijos es muchísimo más fácil hacer realidad los proyectos, máxime cuando éstos anclan al suelo y alejan del cielo.

"POLITICOS" E INFELICES




El dinero, pienso, es un virus mortal de la moral. Destronó a los valores en el afán de poseerlo para ser "más" o "mejor" que otros sin importar el cómo se consiga o por encima de quien se pase aunque sea sobre sí mismos.
No entender el valor del dinero hace que las personas tengan un precio muy bajo porque el tener se hizo más importante que el ser.
Grandes sueldos implican pérdida de los principios para mantener "felices" a los dueños de las empresas, mismos a los que sus empleados les significa menos que otro objeto de producción.
Irse a la cama con los fantasmas de la corrupción y el dinero mal habido porque, si bien no es quien roba si es quien lo permite con su silencio cobarde y conveniente a sus intereses mundanos.
Bien dicen que no hay mejor almohada que una consciencia limpia... pero, ¿Tiene consciencia la humanidad?
DecepcionadO, con desesperanza, sin fe en los demás, con demasiada capacidad intelectual para venderme y solidez axiológica firme para rendirme.
Desde mi cama... viendo el mundo destrozarse.

miércoles, 8 de julio de 2020

Un abrazo virtual de saludo




Estos días de encierro se van a alargar a todo Julio y quizás algo de Agosto. Y podemos gastarlos entreteniéndonos, con la sensación derivada de pasarla bien, sin deprimirnos y, a la final, de estar botando tiempo, horas sobre horas, días sobre días, semanas, en el fondo con cierta culpa y desprecio por sí mismo en la medida en que nos limitemos a eso hacer, meramente  flotar en la alta mar de la existencia a la espera de que el barco colectivo resurja y nos rescate de nosotros mismos.
La otra opción es invertir tiempo en hacer algo de ejercício y alimentarse bien, por supuesto, pero además creo importante dedicar varias horas al día a crear o estudiar un tema.
Qué buena oportunidad para elegir temas de auto conocimiento, historia, filo o sicologia, algún camino de arte o espiritual, u otro que esté tocando a tu curiosidad.
Cuando nos limitamos solo a pasarla bien emerge una sensación de auto desprecio, !buena noticia!, pues surge en virtud de que en el fondo sabemos de nuestra capacidad para dar más, y esa alabada comodidad es un refugio cobarde, una pequeña jaula con un enorme sofa y juguetes, muy tipo adolescente aburrido y con baja energía y estima.
En cambio, encontrar el correcto temple para exigirse en la justa medida de cara a estudiar o crear algo que sea de agrado, o al menos intentarlo de verdad, alimenta el alma y es un gran antídoto contra la sensación creciente de desprecio y depresión que puede ir emergiendo al cabo de las semanas si no se nutre el alma.
Así que retoma cierta curiosidad por aprender o crear y aprovecha las muchísimas horas libres a tener en frente para entrar en ese terreno de ti que enhorabuena puedes explorar.
Más que flotar impotentes hasta que nos rescaten de sí msmos, se trata de explorar espacios internos, históricos o creativos que provean cuido para el alma.
De José María Bernal.

martes, 7 de julio de 2020

LA ENVIDIA

No entiendo eso. Yo me alegro cuando a los demás les va bien pero no suele ser así para todo el mundo. En este tipo de redes sociales, en el que las personas muestran sus vidas, la gente no sabe qué escribir, qué mostrar, qué exponer o qué imagen vender para estar dentro del grupo élite a fin de no sentir esa emoción tan perversa que genera el ver a los otros felices.
¿Qué se sabe de la lucha interna que cada quien libra?, ¿Qué saben del dolor profundo que lleva a cuestas ese que se la pasa viajando?, ¿Qué de ese que comparte cuánta frase de liberación encuentra?, ¿Qué de quien sube extraños platos de comida para mostrar su “fino paladar”?, ¿Qué de quién escribe con soberbia haciendo alegoría a su soledad?, ¿Qué de quien se ufana de su egolatría disfrazada de falsa libertad?, ¿Qué de quien pareciese no necesitar de nadie y por eso disfruta de una o varias noches de “divertido consumo de alcohol”?, ¿Qué de aquél que muestra su bello cuerpo?, ¿Qué de quién exhibe su suerte laboral?... ¡¡¡Nada sabemos de la histeria acumulada del otro!!!: nada de las dagas que traspasan las paredes de su corazón, nada de su soledad acompañada de música y sin calor humano, nada de sus traumas infantiles en permanente lucha mental, nada de sus crisis de rabia y estallidos emocionales que llama “carácter”, nada de sus miedos y debilidades, nada de los fantasmas que le carcomen el alma y nada de sus verdades en el espejo que le borran la sonrisa y se la convierten en burda carcajada. Cada quien tiene un mundo dentro en el que intentan convivir con sus demonios: algunos lo logran y otros pierden la batalla.
Hemos de elevar una oración por cada otro y alegrarnos siempre de aquello que parezca hacerlos felices, a fin de cuentas sólo cada quien conoce el verdadero motivo de sus actos y la verdad escondida para no morir entre lágrimas cuando la oscuridad revela secretos y suelta temores.
A cada uno de ustedes le deseo liberarse de miedos, soltar a los niños que inocentes esperan salir de donde los han atrapado con las paredes de su soberbia, la felicidad honesta propia de quienes se muestran sin caretas y la tranquilidad espiritual de quien no se escuda en falsos escapes de infinito orgullo.
El cielo los bendice... si ustedes lo permiten. ¡¡¡LINDO DÍA MI AMADO MUNDO, SÉ TÚ, AUNQUE LA ESENCIA ASUSTE EN UN MUNDO DE DOBLE MORAL!!!

viernes, 3 de julio de 2020

Prepárate para la mayor campaña de manipulación de la historia


Ya ha comenzado. Y nosotros somos el objetivo.
El gaslighting es una forma de manipulación que nos hace dudar de nuestra propia cordura – poniendo en entredicho lo que hemos vivido y visto – para que aceptemos la realidad, la opinión y la perspectiva que quiere imponernos el manipulador. 
No es un fenómeno nuevo. En “1984” George Orwell ya había hecho referencia a un Ministerio de la Verdad que se encargaba de reescribir la historia y falsear los hechos a conveniencia del sistema. Para lograrlo recurría a todos los métodos que estuvieran a su alcance, sobre todo a la propaganda y los medios de comunicación.
Pero como la realidad siempre supera la ficción, es probable que estemos a punto de sumergirnos en la mayor campaña de gaslighting de la historia.
A medida que avancemos en la desescalada y comencemos a abrir nuestras puertas, diferentes fuerzas intentarán convencernos de que debemos volver a la normalidad. Nos dirán que no hay motivos para temer – o al menos no tanto. El virus se volverá a minimizar e incluso habrá quienes lo negarán rotundamente.
Se gastarán millones en publicidad para que podamos volver a sentirnos cómodos – con esa comodidad que proviene de la ignorancia motivada. Veremos anuncios en todos los formatos y en todos los sitios con una sola promesa: recuperar la normalidad.
El sistema de consumo se siente en la “obligación” de acudir a “rescatarnos” para ayudarnos a borrar esa sensación de zozobra que se ha instaurado, para que nos volvamos a sentir inmortales, devolvernos a la vida que teníamos antes de la crisis, permitirnos recuperar las viejas rutinas y hacernos olvidar la tragedia. A cambio de esa promesa solo debemos entregar una cosa: la vida.

Es más fácil producir consumidores que someter a esclavos

La industria de la publicidad es la que se dedica a la creación de consumidores. Este es un fenómeno que se desarrolló en los países más libres, en Gran Bretaña y los Estados Unidos. Y la razón está muy clara. Se volvió clara hace aproximadamente un siglo, cuando esta industria se dio cuenta de que no iba a ser fácil controlar a una población con el uso de la fuerza. Habían ganado demasiada libertad: sindicatos, parlamentos con partidos para los trabajadores en muchos países, el derecho al voto de la mujer… Por lo tanto, tenían que encontrar otros medios para controlar a la gente”, escribió Noam Chomsky. “Entendieron que era más sencillo crear consumidores que someter a esclavos”.
Durante las últimas décadas el negocio publicitario ha funcionado encontrando el “problema” del consumidor para brindarle una solución más o menos satisfactoria. Cuando el problema es práctico, compramos una estantería donde poner los libros o una aspiradora para limpiar la casa. Cuando el problema es emocional la “solución” es más compleja – aunque eso no ha impedido que Coca-Cola prometa hacernos felices y Apple hacernos sentir especiales.
El sistema de consumo nos conoce. Conoce nuestras necesidades emocionales y juega con ellas. Sabe que un consumidor consciente, ese que piensa y toma las riendas de su vida, no es un buen consumidor. Por eso necesita hacer todo lo posible y lo imposible para que olvidemos esa sensación de vulnerabilidad y el atisbo de mortalidad que ha generado esta crisis y que nos ha obligado a reflexionar sobre cosas más importantes que la marca de los zapatos que usamos o el modelo de smartphone que tenemos en el bolsillo.
En estas semanas hemos visto muchas cosas que hay que cambiar. Necesitamos reforzar el sistema de salud y a nuestros sanitarios. Necesitamos apoyar a las pequeñas empresas. También necesitamos defender a los colectivos vulnerables, como los ancianos. Y necesitamos a políticos y funcionarios responsables que sean capaces de hacer bien su trabajo – a secas y sin excusas.
Todo eso lo hemos visto. Y es inquietante.
Pero también hemos podido atisbar cómo sería el mundo cuando nos detenemos un poco y dejamos de correr en pos de mil obligaciones. Hemos vivido en una Gran Pausa que nos ha brindado una perspectiva nueva. Una vida en la que no necesitamos comprar para sentirnos bien. En la que no necesitamos gastar excesivamente para seguir alimentando un sistema defectuoso en sí mismo que no funciona para todos. Nos hemos dado cuenta de que las relaciones son más importante que las posesiones.
Todo eso también lo hemos visto. Y es inquietante para el sistema.

Una mentira repetida mil veces puede convertirse en verdad – a menos que estemos atentos

Todos tenemos ganas de normalidad. Por supuesto. Pero podemos decidir a qué normalidad regresaremos. Ahora tenemos la oportunidad de dar forma a nuestra “nueva normalidad”. La alternativa es dejar que la narrativa oficial conforme y limite esa normalidad.
El sistema de consumo hará todo lo posible por devolvernos a la vieja normalidad. Quiere que volvamos a comprar. Que dejemos de pensar. Que volvamos a correr para comprar cosas que no necesitamos. Que volvamos a encerrarnos en nuestra burbuja, con demasiada prisa como para preocuparnos por los demás. Que volvamos a cerrar los ojos ante el problema conscientes de apenas tenemos tiempo para cerrar los ojos para dormir.
El bombardeo para hacernos creer que nunca vivimos lo que vivimos será abrumador. La narrativa para dar forma a nuestra vida poscoronavirus ya ha comenzado para que volvamos a sentirnos normales. Ese bombardeo vendrá de las marcas, vendrá del gobierno e incluso es probable que venga de ambas direcciones. Vendrá de la izquierda y de la derecha. De arriba y de abajo. Las empresas y los gobiernos están a punto de unirse para dejarnos inconscientes de nuevo, enajenarnos y que volvamos a asumir el papel de meros consumidores. 
Y para que nos sintamos seguros nos dirán que los hospitales no eran una zona de guerra, que era solo un eufemismo. Que el número de fallecidos no eran tan alto – e incluso es probable que descuenten unos cuantos.  Que no vimos el fracaso del liderazgo y del sistema. Nos harán caer de lleno en la posverdad, ese “instrumento a través del cual se ‘crean verdades’ que no corresponden a los hechos, pero que terminan siendo validadas por las mayorías en función de su repetición incesante o de mecanismos similares”, al decir de Chomsky.
Algunos estarán dispuestos a creer en cualquier cosa con tal de volver a esa añorada normalidad. Podrán narcotizarse con las decenas de partidos de fútbol que vendrán, disfrutar del verano y luego volver a la oficina o la fábrica –  si tienen suerte de que siga abierta – para olvidar lo antes posible todo lo ocurrido, con la excusa de que están demasiado ocupados como para cambiar algo. Y esos también te presionarán para que olvides lo que has vivido, se sumarán a esa campaña de gaslighting masiva para hacerte dudar.
Por tanto, quizá ha llegado el momento de respirar hondo y preguntarte qué quieres hacer realmente con tu vida. ¿A qué “Nueva Normalidad” quieres volver? Estamos delante de una oportunidad única para redefinir todo.
Fuente:
Gambuto, J. V. (2020) Prepare for the Ultimate Gaslighting. En: Medium.

domingo, 28 de junio de 2020

Diversidad sexual identidad de genero y sexual




“En lo que respecta a la sexualidad humana, no todo el mundo es como uno mismo... incluso los seres queridos, los amigos y los vecinos son más distintos de lo que uno supone“ Havelock Ellis

Qué es la identidad de género


Aún hoy día existe mucha confusión en cómo se desarrolla nuestra identidad de género e incluso en saber qué significa este término. En muchas ocasiones se confunde con la orientación sexual y no son consecuencia directa la una de la otra.
 
Nuestra identidad de género es nuestra conciencia psicológica, nuestra sensación de ser mujer, hombre, ambos o ninguno de ellos. Es cómo nos sentimos con respecto al género; cómo nos definimos.
 
Existen muchas creencias de que nuestra identidad de género, el ser hombre o mujer en nuestra sociedad, viene marcado por nuestros genitales. Es más, se nos clasifica así incluso antes de nuestro nacimiento. Si tienes un pene serás hombre y si tienes una vulva serás una mujer. Y esto no siempre coincide, aunque sí es cierto que la mayoría de las veces sí y no por eso el resto es excluyente.
 
El que sigan primando estas creencias por encima del resto ha llegado a ser una fuente de conflicto y discriminación para aquellas personas que no se sienten parte de esta clasificación, lo que las ha podido llevar a no poder vivenciar y expresar con libertad su identidad, como se sienten.
 
Es importante saber que nuestros genitales tan sólo son nuestros genitales y no siempre van a coincidir con cómo nos sintamos con respecto a nuestra identidad.


Por ello, nos gusta hacer referencia al término Diversidad Sexual como una  amplia gama o combinaciones que alberga el modo que tenemos de vivir nuestra identidad.

 
diversidad sexual e identidad de genero

   El abanico es amplio:
 
Convivimos personas cisgénero, que son aquellas cuya identidad, sentirse hombre o mujer, coincide con los genitales de nacimiento. Un ejemplo de ello sería una persona con genitales femeninios, vulva, que se siente mujer y una persona con genitales masculinos, pene, que se siente hombre.
 
También existen personas transexualesaquellas en las que su identidad de género es opuesta a sus genitales de nacimientoUn ejemplo sería una persona que nace con genitales masculinos, pene, y se siente en su identidad mujer o una persona que nace con genitales femeninos, vulva, y se siente hombre en su identidad.
 
Además, hay personas que se identifican con un género fluidosintiendo una mezcla dinámica de ambos géneros o también no identificándose con ninguno de los dos… Pueden identificase con ciertos rasgos de ambos géneros o cambiar de identidad a lo largo del tiempo y según el contexto.
 
Como vemos, no siempre nuestro cuerpo, en concreto nuestros genitales, serán los que definan quienes somos y cómo nos sentimos con respecto a nuestra identidad.
 
En la actualidad, somos conocedores de que tenemos conciencia de cómo nos sentimos en cuanto a nuestra identidad (sentirse mujer u hombre) desde los 36 meses de edad.
 
Al mismo tiempo, es importante que sepamos que ni todos los hombres son iguales, ni todas la mujeres son iguales. De ahí que nos surja la pregunta ¿cómo expresamos o damos a conocer a los demás nuestra identidad? ¿qué hacemos o decimos para indicarnos a nosotros mismos y a los demás el género con el que nos identificamos?
 
Todo ello lo hacemos a través de roles o papeles de género. En cada sociedad hay patrones, comportamientos que definen lo que es ser masculino-hombre o lo que es ser femenino-mujer. Es algo que puede cambiar a lo largo del tiempo dentro de una misma sociedad y además a lo largo de la vida en una misma persona sin que por ello cambie la identidad.

Cuando nos referimos a nuestra cultura y sociedad lo hacemos con el fin de poder enmarcar lo que significa ser hombre o mujer donde vivimos. No suelen ser iguales las actitudes, por ejemplo, de una mujer de occidente con respecto a una mujer de oriente. La cultura siempre es un factor muy influyente.
 
Así que una vez más, podemos poner más ejemplos de ello. Una persona con genitales femeninos al nacer, vulva, que se siente mujer de identidad y que se expresa según comportamientos o rasgos considerados por nuestra sociedad como masculinos y no por ello se tiene que sentir hombre. Otro ejemplo podría ser una persona transexual con genitales masculinos al nacer que se siente mujer de identidad y expresa su género con un papel considerado como femenino en nuestra sociedad.  Y así podríamos hacer muchas combinaciones.
 
Nuestra identidad de género, como vemos, está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, culturales… entre muchos otros a lo largo de nuestra vida.
A menudo y como dijimos en el inicio, el término identidad se confunde con la orientación sexual, y este caso a lo que se hace referencia es a la capacidad que tenemos de sentir o no una profunda atracción emocional, afectiva, erótica y sexual por otras personas, pudiendo estar dirigida a personas de un género diferente o igual al propio.
 
Si hacemos combinaciones con todo lo descrito podríamos tener muchos ejemplos representativos:  una persona con genitales femeninos al nacer, vulva, que se siente mujer y siente atracción por hombres, aquí hablaríamos de una mujer cisgénero y heterosexual; si en caso contrario sintiese atracción por mujeres hablaríamos de una mujer cisgénero y lesbiana, si fuera por ambos sexos cisgénero y bisexual…
 
En el caso de las personas transexuales sería de igual modo, una persona que se siente mujer con genitales masculinos al nacer y le atraen las mujeres sería lesbiana y si le atrajesen los hombres sería heterosexual y para lo mismo con la bisexualidad.
 
Si te animas puedes hacer tus propias combinaciones.


Lo más importante es que todos buscamos nuestro lugar de pertenencia y la realidad es que a veces se hace difícil por la desinformación, cerrazón y consecuencias de la transfobia y homofobia, que pueden llevarnos a padecer cuadros de ansiedad y depresión.
 
Si al leernos crees estar en un momento de conflicto o dificultad con alguna de estas áreas de tu sexualidad y necesitas de apoyo y acompañamiento para llegar a la aceptación, reafirmación, vivencia y expresión con total libertad de tu identidad y orientación, la terapia psicológica podría ser un buen recurso.
 
Tal y como Howard Gardner dijo en sus estudios respecto a las inteligencias múltiples y que podemos aplicar al campo de la sexualidad:
 
“Ninguna persona es mejor ni peor que otra. Ni tampoco igual a otra. Lo que nos hace humanos es que cada uno de nosotros es único. Así que ríase con la neurociencia, de quien diga que alguien es más listo que otro: ¿listo para qué? Cualquier talento no es sino capacidad de adaptación al entorno: inteligencia.
 
“Las etiquetas deben ser el camino al conocimiento e inclusión social y cultural de la diversidad  sexual y no el camino a la estigmatización”

martes, 23 de junio de 2020

La excepcionalidad de Medellín






En estos días, el mundo ha estado hablando de la excepcionalidad de Medellín. El New York Times, por ejemplo, definió a Medellín como a una ciudad pionera por lograr contener hasta el momento de manera exitosa el contagio del covid-19. De hecho, la capital paisa logró aquello que no lograron otras ciudades de Colombia, empezando con Bogotá, y del mundo. De hecho, el área metropolitana de Medellín registra solamente 1349 contagiados y 7 fallecidos. Comparemos estos datos con la ciudad de Milán, en Italia, que tiene la misma población de Medellín: son más de 24 mil los contagiados y más de 5 mil los muertos. Los medios internacionales, que tienden a simplificar realidades complejas, han resaltado el mérito del alcalde Daniel Quintero. Sin querer disminuir la capacidad del alcalde de coordinar el manejo de la crisis, junto con el gobernador Aníbal Gaviria, pienso que es importante resaltar que el milagro de Medellín es el fruto de una inteligencia colectiva, más que de un liderazgo individual. Los alcaldes (todos, buenos y malos) pasan, mientras que la inteligencia colectiva se queda.

Son, seguramente, muchas las variables del éxito que Medellín hasta el momento registra en contener la pandemia. Hay factores culturales, como el sentido de pertenencia y el orgullo por la ciudad, además que una resiliencia probada y desarrollada en décadas duras, cuando la principal pandemia (todavía no extinguida) era la violencia. Desde su misma historia trágica, Medellín ha aprendido no solamente a sobrevivir sino también a prosperar. Ultrajada de muchas maneras, es una ciudad que nunca se limitó a ser víctima. Por eso, durante años, y muchas veces en el anonimato, se ha ido robusteciendo una red de líderes sociales, culturales, empresariales, y también políticos, que de manera creativa, innovadora, y sorprendente, han permitido a la ciudad levantar la cabeza. No estoy hablando de un puñado de líderes, sino más bien de un movimiento, de un enjambre de líderes, que han puesto a disposición de la ciudad sus talentos, ingenio, creatividad, y compromiso. Realidades institucionales como Comfama, Proantioquia, Ruta N, o universidades como la de Antioquia, la Bolivariana y Eafit, junto a grupos empresariales, emprendimientos de vanguardia, y a numerosísimos procesos culturales y artísticos, son el caldo de cultivo que fomenta aquella inteligencia colectiva que hace de Medellín una ciudad emblemática y a la cual mira el mundo hoy.

Pienso que la inteligencia colectiva es una calidad que marca a esta ciudad. Es la habilidad de un grupo de personas de innovar y de encontrar soluciones, logrando resultados que un individuo solo, aún si fuera un genio, no podría lograr. Como lo resalta Surowiecki en su libro Cien mejor que uno, sustentan a la inteligencia colectiva, la diversidad, independencia, descentralización de talentos e iniciativas que se coordinan para lograr un objetivo compartido. Es lo que está pasando. En estos meses vimos en Medellín iniciativas a la vanguardia en el campo médico, científico, y tecnológico. Si Medellín se hace más consciente de su inteligencia colectiva puede darle la vuelta a los demás problemas sistémicos que todavía tiene. Podría ser esta la herencia positiva de esta pandemia.

 Por:Aldo Civico

jueves, 4 de junio de 2020

Elogio de la soledad





Siempre me ha gustado la soledad; o mejor, la soledad remediable, esa que en cualquier momento puede recuperar la compañía. Como decía Victor Hugo: “Amo la soledad siempre y cuando no esté solo”. Por eso, a pesar de todas las angustias que ha traído este confinamiento, he disfrutado de los ratos adicionales de soledad que han venido con el encierro.

La sociedad en la que vivimos, la misma que parece haberse ido con la pandemia pero que volverá pronto, desdeña la soledad; la ve como una falla que hay que corregir, y para eso nos ofrece la televisión, la radio y las redes sociales, para que nos acompañen. Pero, más que acompañarnos, esas cosas nos brindan distracción visual y auditiva, un bombardeo de imágenes y sonidos impactantes para que la atención no desfallezca, un sedante para pasar el tiempo de manera tranquila, sin sobresaltos, como si estuviésemos haciendo pereza sin ser conscientes de ello. Estoy simplificando las cosas, lo sé, pero no demasiado. Hoy, las pantallas de televisión están en todas partes: en los bares, en los aeropuertos, en las universidades, en las salas de espera, en los hospitales, siempre listas para embolatar la vista y el oído de gente apresurada, cansada o simplemente sola, que pasa por ahí. Es casi imposible escapar a esa compañía distractora: hay que encerrarse, o ir al campo profundo para poder estar solo (los pueblos se han vuelto tan ruidosos como las ciudades).

Todo esto empieza muy temprano: a los bebés no se les contrata una niñera, ni se les pone otro bebé al lado para que jueguen, sino que se les entrega una tableta o un celular. Todavía no sabemos bien qué implicaciones tiene crecer en un apartamento, entretenido por pantallas, en contraste con crecer al lado de otros niños, en la calle, conversando y jugando. No soy de los que se horrorizan con la adicción tecnológica, pero sí creo que, como todos los cambios drásticos en la manera de vivir, hay algo que se gana y algo que se pierde. Los sicólogos sociales no saben bien cuál es el precio que estamos pagando por abandonar las rutinas de antes, pero yo sospecho que perdemos parte de nuestra capacidad para estar solos y, con ella, parte de nuestra vida interior y de nuestro talento para enfrentar la vida y relacionarnos con los demás. Si, como decía Orson Welles, “nacemos solos, vivimos solos, morimos solos y únicamente a través del amor y la amistad podemos crear la ilusión momentánea de que no estamos solos”, desconocer este hecho ineludible que es la soledad, o embolatarlo con imágenes y ruido, no parece algo sano.


Tal vez la vida que teníamos antes, corriendo sin descanso de un lado para otro, nos había marchitado la introspección. Tal vez soy un nostálgico de la soledad y por eso estimo que la estamos malogrando con el trabajo sin descanso y el entretenimiento sin substancia. Tal vez deberíamos ser más conscientes de que la meditación, las religiones y la filosofía también obedecen a la necesidad que tenemos los seres humanos de encontrarnos con nuestro yo interno y de darle un sentido íntimo a lo que hacemos.
No hay que ser filósofo, ni sacerdote, ni monje budista para tener una vida interior o disfrutar de la soledad. Siempre podemos escaparnos, incluso en medio del bombardeo de sonidos y de imágenes, para encontrarnos con el yo que todos llevamos dentro, para cultivarlo y protegerlo, para que no se convierta en un ser extraño que nos incomoda o nos estorba.

miércoles, 3 de junio de 2020

Las ideas y los odios

Supongamos una conversación entre dos personas que tienen ideas políticas opuestas; digamos que se llaman Juan (J) y Pedro (P). J: cuando pase esta pandemia seremos un país más pobre; P: es verdad, y mucha gente no tendrá con qué comer; J: sí, pero también muchas empresas y negocios habrán quebrado; P: pero más grave que eso es la pobreza y por eso se necesita que los ricos paguen mas impuestos; J: al contrario, lo que hace falta es salvar a las empresas y a los bancos, que son los que mueven la economía; P: no, señor, la verdadera riqueza del país está en el pueblo, aquí los ricos pagan pocos impuestos y viven de las prebendas del Estado; J: así piensan los resentidos como usted y por eso terminan defendiendo a los guerrilleros, para que acaben con este país; P: qué va, el problema de este país es la gente como usted, que patrocina grupos paramilitares para defender sus privilegios.
Esta conversación es una caricatura, claro, pero refleja algo que ocurre con frecuencia en los debates: el escalamiento de las diferencias. Todo empieza con hechos que son valorados de distintas maneras, pero que podrían terminar en acuerdos, al menos parciales; pero a medida que el intercambio avanza con afirmaciones generales que van mucho más allá de los hechos discutidos, las emociones políticas se desatan y la conversación termina entre insultos y acusaciones.
¿Qué causa semejante escalada? La diferencia entre los idearios políticos de quienes debaten no alcanza a explicar el escalamiento. Ambos empiezan diciendo cosas ciertas, reivindicaciones justas, que podrían conciliarse. ¿Dónde está entonces la chispa que enciende el insulto? J y P no intercambian cosas reales, como manzanas o peras, sino imágenes, representaciones. A medida que transcurre el debate cada uno va construyendo una imagen del otro y, en ese ejercicio, la valoración racional de las ideas cuenta menos que las emociones, los miedos y los recelos. La diferencia entre el momento inicial y el final de la discusión es el resultado de las antipatías y los prejuicios recíprocos, más que de las maneras de pensar. Si entre las ideas que se tramitan hay una divergencia, entre las emociones hay una guerra.
Esto no solo puede ocurrir en las discusiones políticas, sino en todos los altercados: los amorosos, los profesionales, los académicos, los vecinales, etc. Todos hemos sido testigos de peleas desbordadas, que evolucionan como ruedas sueltas, sin que nadie, ni siquiera los protagonistas, las puedan detener. Las consecuencias de este aluvión en la política pueden ser muy graves. En la conversación que mencioné al inicio es posible incluso que cada parte se arme para combatir al otro hasta eliminarlo, lo cual es un grado adicional, el peor posible, en el escalamiento. Eso ha ocurrido muchas veces en la historia de Colombia.
No estoy abogando por acabar con el debate político, ni mucho menos con la crítica o la denuncia. Simplemente estoy alertando sobre un fenómeno de sicología social: el posible escalamiento emocional de los debates. Hablo de lo que don Carlos E. Restrepo llamaba, en la historia nacional, “los viejos queridos odios” y de cómo estos, más que las ideas, han marcado el curso de nuestra historia política. Desde Bolívar y Santander hasta Santos y Uribe, pasando por los generales Obando y Mosquera y los políticos Laureano Gómez y Jorge Eliécer Gaitán, las furias han estado más enfrentadas que las ideas. Es por eso que en Colombia las heridas de las guerras no sanan y en los períodos de paz se sigue luchando como si la guerra no hubiese terminado. Mientras los odios estén en guerra, la paz estará en vilo.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Teletrabajadoras

El trabajo a distancia no debe servir para aumentar la brecha salarial ni reforzar estereotipos de género


Angustia, estrés, ansiedad, imposibilidad de desconectar, aislamiento… Todos estos síntomas han reportado los apresurados estudios realizados en las últimas semanas sobre personas que trabajaban desde casa, especialmente mujeres. ¿Era esto el teletrabajo?
Resulta casi obligado que los artículos escritos durante esta pandemia debida al coronavirus incorporen algún tipo de autorreferencia, sea en forma de crónica o de formato experiencial. Y sí, también yo he sido teletrabajadora en gran parte del confinamiento a que hemos estado sometidos. Así pues, he podido contrastar directamente la literatura que hasta el momento teníamos sobre esta fórmula laboral.
He podido comprobar, como tantas otras personas, que lo que hemos vivido es una forma de trabajo a distancia, con gran despliegue tecnológico y facilidad de desempeño, pero sin algunos de los requisitos básicos del teletrabajo, como un buen control de los riesgos laborales que lleva asociados, una organización basada en objetivos individualizados, o una combinación necesaria con la presencialidad en el lugar de trabajo.
Sin embargo, es preocupante la ausencia de reflexión colectiva con relación al impacto negativo que podría tener en la vida de muchas personas si no se organiza bien lo que, sin duda, será una forma habitual de trabajo a partir de ahora. La necesidad de justicia, corresponsabilidad y paridad debe también aplicarse al teletrabajo si no queremos ahondar en las discriminaciones ya existentes, especialmente las que afectan a las mujeres.
El teletrabajo no puede servir para reforzar los estereotipos de género. Puesto que las mujeres siguen siendo las principales cuidadoras y responsables del hogar, existe la tentación de que el teletrabajo sea una opción especialmente dedicada a ellas, como ha sido en la última década el trabajo a tiempo parcial, y que comporte similares consecuencias. Podría agrandarse la brecha salarial si son ellas fundamentalmente quienes se quedan en casa, realizando las mismas dobles jornadas que con el trabajo presencial, pero aún con mayor invisibilidad y falta de reconocimiento.
Por otra parte, el teletrabajo puede frenar muchas carreras femeninas y hasta afianzar el techo de cristal ya que, en una cultura profundamente presencialista como la nuestra, es muy difícil que se piense en promocionar a personas que no estén presentes y con total disponibilidad en los puestos de trabajo. Mujeres invisibles trabajando arduamente desde sus hogares y tratando de conciliar vida personal con la laboral pueden quedar atrás en sus aspiraciones profesionales.
Las españolas son las mujeres más estresadas de Europa, como el reconocido estudio de Nielsen y otros constataron. Sin duda, la desigualdad estructural entre hombres y mujeres sumada a unos horarios con largas jornadas laborales y menos sostenibles que los europeos contribuyen a ello. ¿Cómo afectaría un teletrabajo pensado solamente desde la empresa y la productividad, donde los horarios saltan por los aires y no existe apenas desconexión para el descanso? Si el cansancio y la fatiga crónica son ya consustanciales a tantas vidas femeninas en nuestro país, no quiero pensar en las consecuencias de la nueva fatiga-zoom de un teletrabajo no regulado.
Si las teletrabajadoras sufrieran algún otro tipo de dificultad añadida, como ser responsables de familias monoparentales, o disponer de pocos recursos económicos, tener alguna discapacidad o, sencillamente, algún tipo de sufrimiento psicológico, el aislamiento que conlleva el teletrabajo sería perjudicial para sus vidas tanto profesionales como personales. “La soledad es mi novia”, escribía Virginia Woolf en su diario, una mujer que compartió su enorme genio intelectual con su enfermedad mental. Cualquier malestar psicológico se agrava en soledad.
Por todo ello, necesitamos un teletrabajo valiente, pensado para el bienestar de las personas trabajadoras, diseñado para ser utilizado en igualdad entre los sexos, compensando las posibles discriminaciones que pudiera comportar. Un teletrabajo que mejore la productividad, reduzca el absentismo, permita la conciliación de la vida personal y laboral, promueva la desconexión tecnológica, las pausas y el descanso, al tiempo que estreche las relaciones humanas al combinarse con la presencialidad. Necesitamos un teletrabajo aliado en la lucha contra el cambio climático, un teletrabajo que disminuya la movilidad, los desplazamientos y que, en consecuencia, mejore la calidad del aire y reduzca las muertes por contaminación que padecemos, sobre todo, en entornos urbanos.
Este modelo deseado de teletrabajo es posible y lo lograremos, como todo, estableciendo alianzas y afirmando derechos. Estoy convencida, además, de que la estructura de la red puede ayudarnos a avanzar en liderazgos más cooperativos, con poder distribuido, más horizontal y menos jerárquico. Parafraseando a la filósofa Amelia Valcárcel, diría que la red solidaria es, para las mujeres, una necesidad de supervivencia. La crisis del coronavirus ha tenido un efecto positivo inesperado, y es que ahora disponemos de una red digital que puede multiplicar el efecto sobre la igualdad, la sororidad y el poder de cambio. Ese será nuestro próximo reto.
Sara Berbel Sánchez es doctora en Psicología Social.

viernes, 1 de mayo de 2020

Día Internacional de los Trabajadores



El Día Internacional de los Trabajadores o también conocido como el Día del Trabajo se celebra el primero de mayo y es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero a nivel mundial. En España y en muchos países este día es festivo y se suele usar como movimiento reivindicativo de diferentes causas relacionadas con el trabajo.

Nos hemos acostumbrado a la jornada laboral de ocho horas, pero no hay que olvidar que no siempre fue así. Hace poco más de cien años, las fábricas eran centros de trabajo donde trabajaban por igual hombres, mujeres, ancianos y niños. Y lo hacían más de 12 horas diarias, una jornada que no daba opción a las personas de recuperarse, descansar ni por supuesto disfrutar de tiempo de ocio.

Mucho tuvieron que luchar los trabajadores durante años para conseguir establecer la jornada laboral de ocho horas, incluso pagándolo con sus propias vidas. Hoy en día, la jornada del Día de los Trabajadores se ha convertido en una efeméride festiva, pero no hay que olvidar que la fecha se ha establecido en homenaje a aquellos que lucharon por una vida digna para todos los trabajadores y trabajadoras. Te contamos en este artículo por qué se celebra el Día Internacional de los Trabajadores.

Los orígenes del Día Internacional de los Trabajadores se remontan a 1886 en Estados Unidos. Por aquellas fechas los trabajadores iniciaron una lucha para establecer un límite de 8 horas a la jornada laboral. El único límite que existía era el no hacer trabajar a una persona más de 18 horas sin causa justificada y la consecuencia era una multa de 25 dólares.

El sindicato mayoritario inició una huelga a partir del 1 de mayo de 1886. En Chicago, los enfrentamientos entre la policía y los trabajadores fueron especialmente duros y sangrientos.

Tras días de huelga, el 4 de mayo se convocó una concentración en la plaza de Haymarket, con una tensión creciente. Ese día un artefacto explotó en la plaza, resultando muerto un policía. Hubo muchos detenidos, de los cuáles cinco de ellos fueron condenados a la horca: tres periodistas, un tipógrafo y un carpintero. Se les conoce como "los mártires de Chicago".

En honor a la lucha por la jornada laboral de 8 horas y en memoria de los trabajadores de Haymarket, el 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores.

Labour Day en EEUU y Canadá

Una curiosidad. En Estados Unidos y otros países como Canadá no se celebra este día. En su lugar tiene lugar el primer lunes de septiembre el Labor Day. El presidente estadounidense Grover Cleveland proclamó la celebración en septiembre por temor a que, si se celebraba en mayo, se reforzase el movimiento socialista en EEUU.

¿Qué puedes hacer para celebrar el Día de los Trabajadores?

Realmente lo mejor que puedes hacer para celebrar el Día del Trabajo es unirte a alguna concentración de trabajadores donde se reivindiquen mejoras en las condiciones de trabajo. Consulta en tu ciudad si existe alguna convocatoria por parte de los sindicatos o asociaciones de trabajadores.

Si prefieres quedarte en casa y no apelar a tu lado más reivindicativo, también podrías ver alguna película relacionada con los derechos laborales. Te damos algunos títulos, aunque tienes muchas para elegir sobre este tema:

  • "Tiempos Modernos" (1936, EEUU). Dirigida por, Charles Chaplin, esta película narra la carencia de condiciones laborales y la proliferación de protestas en la época de la Gran Depresión de los años 30 en Los Estados Unidos.
  • "Inside Job" (2010, EEUU). Documental sobre las causas, y los responsables de la crisis económica mundial de 2008, que significó la ruina de millones de personas que perdieron sus hogares y empleos.
  • "Arcadia" (2005, Francia). Cuenta la historia de Bruno, un alto ejecutivo de una fábrica de papel que es despedido junto a toda la plantilla y pasa a sobrevivir para garantizar el futuro de su familia. Además de denuncia social, es capaz de mantener al espectador en absoluta tensión hasta el final.
  • El diablo se viste de Prada (EEUU, 2006). Ambientada en el competitivo mundo de la moda en Nueva York, cuenta la relación entre una alta ejecutiva de una revista de moda y su joven ayudante. El personaje de Meryl Streep se inspira en Anna Wintour, directora de Vogue en los Estados Unidos.

https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-internacional-trabajadores

martes, 21 de abril de 2020

Plan de Desarrollo Municipal




Los Planes de Desarrollo Municipal sientan las bases para resolver los asuntos sociales, económicos y culturales que sucedan en cada Municipio.

El Plan de Desarrollo Municipal explicita los lineamientos, objetivos y acciones que en forma conjunta constituyen la estrategia a desarrollar por los Municipios en el próximo quinquenio.

Respecto a los contenidos: indiquemos que en primer lugar figura el Propósito o razón de ser de los Municipios. Su definición es común a todos ellos y será elaborada de forma conjunta.

Luego aparece el Objetivo General de Desarrollo de cada Municipio en particular. Entendido esto como la descripción del futuro deseable y viable de ser alcanzado y que expresa el rumbo para la acción del gobierno municipal.

Los Lineamientos Estratégicos indican la intencionalidad política de avanzar hacia una situación futura deseable. Reflejan hipótesis sobre el impacto directo o beneficio a lograr.

Los Objetivos Específicos expresan en términos cualitativos algún aspecto de los lineamientos estratégicos a alcanzar durante el quinquenio e implican un avance hacia la concreción de la situación futura deseable. Para su formulación se toma como iniciativa las líneas estratégicas y los problemas identificados en los Planes Estratégicos de Desarrollo Zonal  integrados a escala municipal, así como de las aspiraciones, expectativas y propuestas de la comunidad de cada Municipio.
Por último, las Acciones son el conjunto de actividades a través de las cuales el Municipio contribuirá al logro de los objetivos.

Algunos ejemplos: cuidar las plazas y espacios verdes barriales, realizar el mantenimiento del alumbrado público, ejecutar el barrido de calles y plazas, tareas de bacheo móvil superficial en las vías de tránsito, coordinar los programas sociales, culturales y ambientales departamentales.

Los planes de cada Municipio son el fruto de los más diversos aportes de vecinos y vecinas, de grupos y organizaciones sociales, del trabajo comprometido de funcionarios y funcionarias municipales, de los Concejos Vecinales -que elaboraron los y de la síntesis del Gobierno Municipal.

lunes, 20 de abril de 2020

El camino hacia el éxito empieza con una buena formación



La formación empieza desde el momento en que nos hacemos la primera pregunta y finaliza cuando nos hacemos la última, por lo que puede durar toda la vida si somos mentes inquietas, curiosas y disfrutamos cultivándola y haciéndola crecer.
La formación es una parte esencial de nuestro crecimiento personal e influye directamente en las relaciones personales y en el éxito que alcanzaremos tanto en el ámbito laboral como en el social. Cada vez que enriquecemos nuestro cerebro proporcionándole información nueva y valiosa, mejoramos nuestra capacidad crítica, para pensar, especular, recapacitar, observar, estudiar, analizar, procesar y resolver.

Debemos empezar desde muy temprano

Un niño comienza a aprender desde el mismo momento en que llega al mundo, explorando y descubriendo todo un universo en el que jugar, palpar, oler, observar, examinar y preguntar se convierte en poco menos que una obsesión natural.
Sin embargo, si hablamos de la educación formal, el primer contacto comienza, como norma general, en el jardín de infancia o pre-infancia. Los niños se benefician enormemente al acudir a centros educativos a edad temprana, ya que empiezan a establecer la base perfecta para un aprendizaje permanente que debe durar toda la vida.
Estos niños, al inicio de su educación en las primeras etapas de su vida, crean el hábito del aprendizaje de manera natural y consideran la lectura, por ejemplo, como una parte normal de la vida y no una tarea molesta, como les suele ocurrir a muchos otros que no han desarrollado esta costumbre tan sana y positiva.

Ciclo educativo y el crecimiento personal

Una vez que hemos superado las primeras etapas de la educación formal, aquellas en las que se asientan las bases comunes del conocimiento, cada niño deberá desarrollar sus propias inquietudes e intereses. Así, aquellos que estén interesados en la dramatización, deberán seguir su camino formativo estudiante en una escuela artes escénicas que fomente el desarrollo de su creatividad, y a ser posible, debido a los tiempos que corren, acceder a una  educación artes escénicas bilingüe, pues tener un manejo adecuado de al menos una segunda lengua es vital hoy en día.
Sí por el contrario, aquello que nos interesa está relacionado con los números, deberemos centrarnos en aquella formación que le da una especial importancia a las matemáticas y el manejo de datos en su más amplio espectro. Algunas de las carreras más innovadoras y que presentan mayores salidas profesionales hoy día están centradas en la robótica, el internet de las cosas, el big data, la inteligencia artificial… estudios relacionados con las ciencias y que están llamados a cambiar el futuro en a corto y medio plazo.
Lo que pretendemos decir con ello es que si el niño tiene especial interés o facilidad para un tipo de formación en especial, no se pierda demasiado tiempo con aquello que le representa un mayor esfuerzo y apoyemos ofreciéndole oportunidades de aprendizaje en aquello para lo que siente una mayor inclinación o habilidad.

La educación y la confianza en sí mismo

En palabras del autor indio, Chanakya: La educación es tu mejor amiga. Una persona educada es respetada en todas partes. La educación vence a la belleza y la juventud. Se traduce en que la imagen que proyectas a los demás será más clara y más positiva en base a un mayor aprendizaje, con lo que tu autoestima se verá incrementada y el camino al éxito y al reconocimiento social será más fácil de recorrer.
El conocimiento es una inversión para toda la vida que nadie te puede quitar y que, además, se puede actualizar y ampliar. El aprendizaje mejora tu confianza, te hace sentir bien contigo mismo y te otorga una base sólida para una carrera que, al final, se traducirá en una buena posición financiera.
Para aquellos que quieren mejorar sus posiciones, ampliar conocimientos, seguir mejorando, pero tienen problemas para desplazarse o prefieren llevar su propio ritmo desde la casa, las nuevas tecnologías nos ofrecen la formación profesional oficial que se puede estudiar desde casa, el fp a distancia. La fp a distancia oficial puede ser una gran salida tanto para aquellos adultos que quieren retomar sus estudios, pero deben compaginarlos con otras obligaciones familiares y/o laborales, o para aquellos jóvenes que por cualquier motivo consiguen mejores resultados organizándose de manera mas independiente y autónoma o que no pueden acudir al centro de estudio.

Más allá de la educación formal

En la relación a las nuevas tecnologías aplicadas al área de la educación y del conocimiento, la escolarización hace mucho que dejó de ser la única vía aceptable de aprendizaje.
Las habilidades se deben adquirir a lo largo de toda la vida y durante toda nuestra carrera profesional, accediendo a todas las fuentes de información que hay a neutro alcance. El aprendizaje permanente es el único camino válido para todos aquellos que tienen inquietudes y una actitud positiva para conseguir progresar profesional y personalmente en la vida.
A veces la diferenciación principal con la educación formal es que se trata de un acto voluntario e independiente que no se lleva a cabo para la obtención de un título, sino que en ocasiones las personas desean aprender unas materias u otras para satisfacer su curiosidad o en base a su contexto, los temas relacionados con el trabajo o cualquier cosa que pueda representar un desafío para sus mentes y de lugar a expandir sus horizontes.
Los profesores y educadores, por ejemplo, aquellos que aman su trabajo, no se conforman con tener su carrera terminada y un trabajo más o menos estable, sino que siempre desearán estar al día de las nuevas corrientes y los nuevos avances en temas educativos para poder desempeñar su trabajo lo mejor posible y ofrecer la calidad en materia de educación que sus estudiantes se merecen.
Espiralia Escuela de Formación ofrece Formación online para educadores en materia de Educación infantil y primaria y es que la condición para el aprendizaje se produzca es la voluntad y si conseguimos mantenernos positivos ante el aprendizaje, desarrollaremos mejor nuestros conocimientos o habilidades para poder transmitírselas a nuestros estudiantes, que son el futuro de nuestra sociedad, por lo que no ha de tomarse a la ligera el papel tan importante que tiene el colectivo educativo ni estos dejarse llevar por la comodidad de un puesto de trabajo, fortaleciéndose con una formación continua.
A nivel personal, el aprendizaje permanente ofrece una serie de beneficios para nuestro desarrollo personal y profesional. Tal y como dijo Henry Ford: Cualquier persona que deja de aprender es viejo, ya sea a los veinte u ochenta. Cualquier persona que se mantiene aprendiendo es joven.