Se habla mucho sobre las ventajas de la certificación ISO 9001 y también se especula al respecto de las dificultades de su implementación. Es necesario separar lo que es verdad de lo que es mito en relación a la norma más famosa del mundo.
De hecho, es interesante sopesar todo para tomar las decisiones más adecuadas, aún más cuando se trata del futuro de una empresa. Entre las críticas más comunes y preguntas más usadas, cuando el asunto es ISO 9001, están las siguientes:
La ISO 9001 es viable apenas para grandes empresas.
Puede ser que eso haya ocurrido en el pasado, pero hoy ya no. Entre las críticas más comunes a la ISO 9001, esa afirmación es una de las primeras a ser descartadas.
Hoy es posible la implementación de la norma a un costo considerablemente bajo, además de las facilidades de pago accesibles para muchas empresas. Inclusive, durante los últimos años se ha incrementado el número de medianas y pequeñas empresas certificadas en esa norma de calidad. La versión actual de la ISO 9001 trae una serie de modificaciones para adecuarse a cualquier tipo y tamaño de negocio.
La ISO 9001 exige que la empresa cuente con personal exclusivo para la gestión de calidad.
Es muy común pensar que se deben contratar profesionales especializados en gestión de calidad e invertir en entrenamientos para que uno de los colaboradores se dedique a la implementación del sistema de gestión de calidad, pero eso es totalmente falso, aunque es apropiada para empresas grandes y algunas medianas. Las pequeñas sólo necesitan entrenar al personal en la norma ISO 9001 para ejecutar sus procesos de acuerdo al sistema de gestión de calidad. Por lo tanto, no es necesario un equipo que se dedique exclusivamente a la implantación del sistema.
La ISO 9001 burocratiza los procesos de la empresa.
Lo cierto es que la ISO 9001 promueve lo contrario: pone en marcha la manera más racional de ejecutar los procesos, simplificándolos y haciéndolos previsibles.
Además, la racionalización de los procesos estimula el aumento de la productividad de las operaciones, haciendo los procedimientos más claros y simples para que todos los comprendan.
Muchos creen que la ISO 9001 multiplica el número de documentos, pero la verdad es que promueve buenas prácticas en pro de la optimización y la practicidad.
La visita anual de la certificadora eleva los costos.
Cuando se le informa a un empresario que el auditor del organismo certificador lo visitará anualmente, enseguida se imaginan gastos altísimos porque se supone que, además de la diaria de un auditor presencial, hay gastos de transporte, hospedaje, alimentación y otros más. Pero no es así porque el contrato inicial de la certificadora ya comprende la certificación, el mantenimiento y la recertificación; entonces, los costos son previsibles y muchas veces pagos de una vez y con un buen descuento.
Otro punto que debe ser observado, es que las grandes certificadoras tienen auditores locales esparcidos por todo el país, lo que permite la visita del auditor más próximo, evitando todos aquellos gastos supuestos.
En caso de que la empresa no sea aprobada en la auditoría de la certificadora, debe pagar el servicio otra vez.
Esta propuesta sobre la ISO 9001 es una de las más temidas: la reprobación tras la auditoría. Muchos creen que, si son reprobados, van a tener que rehacer el proceso y pagar nuevamente el servicio de la certificadora, pero no hay motivos para preocuparse con la reprobación porque sólo ocurre en casos graves de incumplimiento de requisitos normativos.
Las no conformidades menores y mayores son señaladas para que las empresas creen planes de acción para resolverlas y únicamente las mayores pueden reprobar a la empresa.
La buena noticia es que los clientes que implementan la norma a través de la Consultoría Online de Verde Ghaia reciben la garantía contractual de aprobación, o sea, en caso de que cumplan todos los requisitos que señalan los consultores de Verde Ghaia, está garantizada la certificación.
Software para gerenciar el sistema de gestión
Otra crítica común a la ISO 9001, y que también es un mito, es la afirmación de que la empresa necesita un sistema informatizado apenas para gerenciar la ISO 9001.
La Empresa necesita contratar un software específico para gerenciar el sistema de gestión de calidad ISO 9001.
Todos los archivos electrónicos son producidos en programas office ya utilizados en muchas empresas y no es necesario un software de control. Aunque una cantidad muy grande de documentos puede requerir un software de control.
Eso de que la validez de la certificación de la empresa está condicionada a las publicaciones de la organización ISO internacional, es una idea equivocada sobre la norma.
La certificación es válida durante tres años para no perjudicar a la empresa cuando se modifique la norma. Por ejemplo, si la empresa se certificó en 2013 en la ISO 9001:2008, la certificación vale hasta el año 2016. Pero, como la norma fue actualizada en 2015, y a partir de esta fecha se tienen tres años para migrar, la empresa no necesita migrar inmediatamente; al final del 2016 debe ser recertificada en la norma actual.
En caso de que la organización ISO actualice la norma vigente, la empresa perderá la certificación.
La norma ISO 9001 más actual fue publicada en 2015, entonces, el último año para migrar es 2018, tres años exactos tras la publicación de la nueva norma.
A pesar de las dudas, es necesario entender que la certificación ISO 9001 no es complicada y que alcanzar el sello de calidad puede ser más simple de lo que se piensa.
https://verdeghaia.com/es/las-criticas-mas-comunes-a-la-iso-9001
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