jueves, 28 de marzo de 2019

ROGER DAVID GUZMÁN RUIZ PRECANDIDATO A LA ALCALDÍA DE PUERTO LIBERTADOR CÓRDOBA




ROGER DAVID GUZMÁN RUIZ
PRECANDIDATO A LA ALCALDÍA DE PUERTO LIBERTADOR
CÓRDOBA

Roger Guzman nació en Puerto Libertador Córdoba, es una persona integra, innovador, dinámico, carismático emprendedor, responsable honesto, de mentalidad abierta y analítica; cualidades que lo convierten en una persona idónea desde lo humano y lo profesional para desempeñarse en la esfera publica o privada. Precisamente, por ser una persona con sentido humano, respetuosa de la diferencia, pero a la vez por el rigor y su capacidad para leer e interpretar la realidad del municipio hoy se proyecta como una persona con las capacidades para administrar y liderar procesos que por las características y la vocación del territorio se consideran estratégicos en el mediano y largo plazo.

Profesional en administración de negocios internacionales de la Corporación Universitaria Remington, posee una amplia trayectoria política y social en el municipio de Puerto Libertador. Luego de haber terminado sus estudios superiores se desempeñó durante 7 años como funcionario público en el municipio de Puerto Libertador como Coordinador del programa de familias en acción. De manera simultánea a sus labores como servidor público también ha asesorado proyectos en el sector privado. En el año 2016 fue la persona encargada de coordinar la campaña por el SI a nivel municipal en el marco del plebiscito por la paz convocado por el gobierno nacional, experiencia que lo visibilizó como uno de los lideres con mayor aceptación en todos los grupos políticos del municipio, pero también como uno de las personas con gran poder de convocatoria a la luz de los resultados en favor del sí obtenidos en dicho proceso.


            LA EDUCACIÓN, FUENTE DE EQUIDAD SOCIAL Y DESARROLLO


jueves, 14 de marzo de 2019

La mala felicidad

Un tema recurrente que se oye entre las familias que acuden a los colegios es que ante todo quieren que sus hijos sean felices. Al indagar sobre qué es felicidad para ellos, muchos de los acudientes aluden a que es necesario que los niños jueguen, que se diviertan y que no estén todo el tiempo estudiando, haciendo tareas y pensando en el colegio. Al revisar con detenimiento esta definición tan común que vemos sobre el concepto de la felicidad en el diálogo en los colegios, existen tres consideraciones a revisar:
  1. Hay una concepción implícita que el colegio es un sitio en donde no se juega, la cual en muchas ocasiones es errónea. Si bien hay momentos de instrucción que son convencionales en donde se espera, como en cualquier aprendizaje, que el educando siga unas instrucciones específicas dadas por el instructor, los niños constantemente juegan a ser científicos en la clase de ciencias, escritores en la de lenguaje, ingenieros en la clase de física o ciudadanos en los recreos y momentos de interacción colectiva. Los colegios en sí son una simulación de la realidad y de la vida, con la cual se enfrentan los educandos y por tanto son un lugar de juego por excelencia.
  2. Se piensa que la tarea va en contra de la diversión y del desarrollo formativo del estudiante. Si bien hay tareas absurdas como las que termina haciendo el padre de familia solo y trasnochado, o los 100 ejercicios repetitivos que se deben hacer en tiempos récord, hay que entender que las tareas forman hábitos de trabajo independiente. El desarrollo del trabajo autónomo y disciplinado es clave; en la educación superior cerca del 80% del aprendizaje es adquirido autónomamente y por fuera del salón de clase; adicionalmente en el ejercicio profesional, serán escasas las ocasiones en que el jefe se siente a enseñarle al profesional. Por el contrario, se le asigna un reto al empleado y se espera que posea las competencias para resolverlo y cumplir con los objetivos. Nunca es demasiado temprano para trabajar en la autonomía, más aún cuando la ciencia nos ha demostrado que los hábitos aprendidos en la niñez son excelentes predictores del adulto y el profesional que tendremos en el futuro.
  3. Pensamos que la felicidad es un objetivo y no nos damos cuenta que es una consecuencia. La idea de “felicidad” para un padre de familia no es la misma para su hijo. Además, los imaginarios de felicidad de familia a familia podrían ser distintos. Realmente la felicidad es la consecuencia de tomar buenas decisiones y para esto es clave que formemos en los niños el pensamiento crítico de tal forma que escojan adecuadamente su profesión, su pareja e incluso hasta el presidente de turno. Para formar el pensamiento crítico es necesario la rigurosidad, el trabajo constante y la perseverancia; de lo contrario, estaremos educando para una mala felicidad en donde los niños terminan haciendo lo que quieran en un malsano libertinaje, o peor aún, esperando que los demás tomen las decisiones por ellos para evitarles sufrimientos.
Es preocupante el discurso colectivo de la felicidad que en este momento nos tiene más preocupados por el bienestar inmediato y la sonrisa temporal. Una educación con propósito, la formación en la autonomía y el desarrollo del pensamiento crítico debe ser lo que une a los padres de familia con los colegios para construir un desarrollo social y económico sostenible que sea perdurable.
Por: Telmo Peña, Rector Vermont School Medellín

lunes, 11 de marzo de 2019

Los meros machos

Por estos días, que son todos los días, las noticias sobre los excesos contra las mujeres están a la orden del día: La dirigencia del futbol se azora cuando las futbolistas de nuestra selección hacen públicos sus acosos y maltratos; los feminicidas no bajan la guardia y acrecientan las cifras de sus actos execrables; los abusivos y maltratadores se multiplican y los meros machos se encabritan cuando alguien – alguna - se atreve a poner en tela de juicio la supremacía masculina del régimen patriarcal.

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¡Feminazi! -le gritan-, ¡marimacha! -la señalan-, y entonces convocan a los micrófonos y agitan los puños y suben la voz y amenazan, porque ellos no están dispuestos a que la sociedad, sus hijos, la patria, sean víctimas de la ideología de género. ¡Primero muertos que despeinados!
Los meros machos suponen, sin inocencia, que el cuento de la supremacía masculina es solo una manifestación del orden natural, una “norma” que ha existido desde siempre, un axioma que ha de reconocerse porque si y sobre el que no vale la pena pensar.
Ese es el contraste. La verdad es que toda su histeria se debe realmente a los estragos que a lo largo de los siglos ha hecho la ideología patriarcal en la civilización occidental. Una ideología que promueve, reproduce y consolida en todos los campos, una visión del mundo, una perspectiva de ideales e imágenes, en las que los hombres se auto interpretan y promueven aspiraciones y valores orientadas a consolidar su dominio y la sujeción de la mujer.
La literatura, la plástica, el cine, los medios de comunicación, las conversaciones cotidianas, los comentaristas, las autoridades, los juegos, los oficios, todos y todo se construye y opera en esta lógica y es por ello por lo que a los meros machos esto les parece “natural”.
Mire usted que en las culturas orientales el foco no está en la separación sino en la integración (el yin y el yang) la dualidad.
La muy brillante Coral Herrera sostiene en su página www.mujerpalabra.net que “el patriarcado se funda en un miedo ancestral hacia lo desconocido”. Tiene razón.
Refiere Coral a la feminista Dolors Reguant quien precisa una definición del patriarcado en los términos de que es “una forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la autoridad y el liderazgo de unos pocos varones sobre el resto. En este sistema se da predominio de los hombres sobre la naturaleza, del marido sobre la esposa, del padre sobre la madre y los hijos, y de la línea descendente paterna sobre la materna…”
El patriarcado es inseguridad, “masculinidad inmadura”. Lo desconocido es “el otro”. Por eso los meros machos confluyen en ser racistas, homofóbicos, sectarios con la diferencia.
Los meros machos no soportan el desconocimiento que tienen de la mujer, de las otras razas, de las otras culturas, de los otros pensamientos. Los meros machos carecen de curiosidad y de imaginación.

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Los otros: las mujeres, los musulmanes, los comunistas, los negros, los amarillos, los ateos, los homosexuales, las lesbianas, los transgénero, los discapacitados, no solo son asumidos como inferiores, sino que no deberían existir, hay que arrasarlos.
Ahh, los meros machos… el miedo los obnubila.

Autor: Alberto Morales
9 marzo de 2019 - 09:02 PM

miércoles, 6 de marzo de 2019

No existe la falta de tiempo, sólo existe la falta de interés

Dice una frase muy popular en las redes que no existe falta de tiempo, porque cuando la gente realmente quiere, la madrugada se vuelve día, el martes sábado y un momento se vuelve una oportunidad.
¿Cuántas veces escuchamos frases como: “Me encantaría estar más con mi familia/pareja/hijos/amigos, pero no tengo tiempo”? Si alguna vez te lo han dicho, te han mentido. Seguro ha sido sin intención, pero cuando alguien no encuentra el tiempo de hacer algo, en realidad es que no desea hacerlo.
Cuando queremos hacer algo somos capaces de despertar una hora más temprano, dormir dos horas más tarde, ir a un lugar aunque esté al otro lado de la ciudad y prácticamente cualquier cosa para disponer y compartir ese tiempo con quien nos interesa.
Por eso cuando se percibe una falta de interés duele mucho. Todos cambiamos al paso del tiempo, y lo que ayer nos interesaba puede ser que mañana ya no, aunque eso no justifica la falta de sinceridad y sensibilidad hacia los demás.
Por otra parte, en ocasiones insistimos en ver a alguien que simplemente no acude a nuestro llamado y forzamos situaciones porque creemos que es necesario, cuando en realidad es una pérdida de tiempo. Cometemos el error de buscar sin dejar que nos encuentren, aún en contra de nuestra dignidad.
El amor necesita ser alimentado cada día para que permanezca vivo, y es por ello que cuando nos damos cuenta de que nuestro deseo no es correspondido, nos invade el desánimo y la decepción, que nos hacen sentir pequeños y vulnerables.
Restaurar lo que las acciones de los demás han afectado en nuestra persona lleva tiempo y no es una tarea sencilla. Para juntar cada uno de los pedazos de nuestra autoestima se necesita coraje y orgullo y darnos cuenta de que es momento de comenzar a buscarnos, antes de buscar a nadie.
Es momento de tomar las riendas de nuestra vida, alejar a las personas tóxicas y rodearnos de todos aquellos quienes nos hagan sentir que el mundo es un lugar que vale la pena, y que no hay mejor momento que éste para estar vivos.
2 marzo, 2019