domingo, 29 de enero de 2017

5 Tips para tratar la Agresividad en las Personas

Es casi seguro que todos tenemos que tratar con personas complicadas en nuestras vidas, de esas que son agresivas. La agresión surge durante un conflicto cuando una persona siente la necesidad de proteger sus intereses o luchar para ganar algo, a menudo a expensas de los demás. Así que es algo que todos enfrentamos.
Para empezar, puedes reconocer a una persona agresiva cuando:
  • te interrumpe o habla muy fuerte y no te deja hablar.
  • no acepta tu punto de vista y se sobrepone.
  • a menudo sientes que está invadiendo tu espacio personal.
  • la interacción con esa persona, por lo general, te provoca tensión.
  • te sientes agotado emocionalmente y sin energía después de interactuar con ella.
Desafortunadamente, no podemos evitar ese tipo de personas. Así que necesitamos encontrar un equilibrio sólido entre la asertividad y empatía para tratar con ellos. Aplica estos 5 tips para dominar el arte de tratar con la agresividad.

Guarda la calma

Combatir fuego con fuego solo empeorará las cosas y fomentará la agresividad de la otra persona. Estos son algunos consejos para guardar la calma si sientes que estás temblando de ira:
  • Respira profundo.
  • Ve por un vaso de agua o toma tu móvil. Hacer algo más reduce la tensión que se está creando en el momento.
  • Piensa que te arrepentirás por todas las cosas dichas con ira.

Señala el enojo de tu interlocutor

Llama las cosas por su nombre. No sigas la conversación como si no te molestara nada. Debes hacerle ver a tu interlocutor que está siendo agresivo con una afirmación de empatía en lugar de agitarlo aún más. Evita palabras acusativas que se refieran directamente a la persona (“tú“, ”tuyo") y usa frases como estas:
  • “No hay necesidad de estresarse, lo resolveremos/encontraremos la manera de solucionarlo“.
  • ”¿Podrías bajar la voz, por favor?“
  • “Disculpa, ¿puedo decir algo que creo que es importante/puede ayudar?”
  • ”Entiendo que esto puede ser estresante/frustrante".
Si lo haces a tiempo, esto te ayudará a hacer que tu interlocutor agresivo cobre más conciencia de lo que está haciendo. Como resultado, puede ayudar a que la persona escuche con mayor atención lo que estás diciendo.

Empatiza

Ponte en sus zapatos e intenta entender por qué se está comportando de esa forma tan agresiva. La agresión es una reacción natural para proteger o aclamar algo. Intenta considerar estos factores:
  • ¿Qué es lo que puede perder tu interlocutor? (tiempo, dinero, amigos y familia, estatus social, reputación, etc.)
  • ¿Cómo te sentirías tú si estuvieras en su situación?
  • ¿Habrá algo más en la vida de esta persona que la vuelve tan susceptible y explosiva?

Sé asertivo

Puede sonar contradictorio que debes ser tanto empático como asertivo, pero una cosa no excluye la otra. Entender la postura de la otra persona no significa que debes permitir que sea agresiva contigo.
  • Controla tu voz y mantente calmado. Esto mostrará tu confianza y no insitará a tu interlocutor a hablar más fuerte que tú.
  • Defiende tu posición y no permitas que la otra persona monopolice la discusión. Expresa tu opinión.
  • Sé respetuoso y pide el mismo respeto a cambio.
  • Si el nivel de agresión empieza a subir, responde con más fuerza y asertividad para mostrar que tu tolerancia está disminuyendo.

Enfócate

Si te dejas llevar por tus emociones, pierdes de vista el tema en cuestión e incluso olvidas cómo empezó la discusión. Enfocando la conversación en las cosas y datos importantes, le ayudas a la otra persona a que razone. Por ejemplo:
  • “Lo único que importa es que...“
  • ”Dentro de algunos años recordarás esta situación y te hará reír".
  • Intenta hacer reír a tu interlocutor, esto lo desarmará por completo

3 Frases que neutralizan rápidamente cualquier tipo de crítica

Las personas perfectas no existen, por lo tanto, siempre habrá quienes critiquen lo que estás haciendo. Lastimosamente, es difícil que evites que te juzguen, pero puedes aprender a sacar conclusiones de eso.

Dile: "¡Sí!"

Cuando escuchas críticas dirigidas a ti, lo primero que debes hacer es dominar tus emociones y aceptar que las otras personas tienen derecho a tener su propia opinión.
Si alguien se armó de valor para decirte cara a cara qué es lo que no le gusta de ti, quiere decir que tiene intenciones de dialogar y que le importas. Esta conducta expresa mucho más interés que el silencio y los elogios.
Intenta ponerte en los zapatos de tu interlocutor y aceptar lo que te dice. Porque cuando alguien critica a alguien, espera que le contesten con lo mismo, así es nuestra naturaleza. Pero cuando en vez de una resistencia tensa escucha “gracias“, se pone en una situación de ”confusión positiva“.
Al contestarle a una crítica “sí”, estamos dispuestos a descubrir qué fue lo que sucedió e iniciar un auténtico diálogo.
                                "Pero..."
No siempre la crítica coincide con nuestra percepción de la situación. Por lo tanto,es importante expresar nuestra posición. Pero debe ser una información objetivo, no un intento de justificarse. De esta manera, nuestro interlocutor verá que estamos intentando entender lo sucedido.
En realidad, la gente está dispuesta a aceptar muchas cosas si les explicas los motivos con respeto. Esto les permite ver la situación desde otro ángulo y tomar en cuenta nuestra opinión.
“Nuestro “pero” nos ayuda a no rebajarnos al nivel de insultos". Incluso aceptando el derecho de tu interlocutor a expresar su crítica, no estamos obligados a tomarla por verdad absoluta si no nos parece justificada.

"Vamos a..."

Después de haber escuchado la crítica y haber expresado nuestra postura bien argumentada,es importante intentar tomar una decisión conjunta. Para que la persona se dé cuenta de que "estamos en el mismo equipo", hay que utilizar frases concretas y constructivas. 
Si contestamos a una crítica en esta secuencia: "Sí — pero — vamos a...", la retroalimentación negativa trabaja para nosotros y nos ayuda a descubrir muchas cosas nuevas y corregir algo en nuestro trabajo, así como también mejorar la relación con esta persona.

Derecho a cometer errores

Claro que escuchar críticas no es fácil, y aún más difícil es hacerlo con provecho para ti mismo.
Algunas personas toman incluso la crítica más pequeña como un motivo para romper la relación, y cualquier cosa negativa por parte de otro como una ofensa. Pero cuanto más desarrollada esté la persona, más acepta la existencia de todo tipo de opiniones acerca de sí misma y su oficio. Entiende que puede equivocarse.
Al aceptar el derecho a cometer errores, no gastamos energía para ocultarlo de nosotros mismos y de los demás. Y cuanto menos tememos equivocarnos, menos tensión sentimos, y más posibilidades de triunfar tenemos.
Si estamos abiertos a una posible crítica a nuestro lado, aumentamos el círculo de información útil y el círculo de personas de las que proviene, por lo tanto, también tus oportunidades de seguir adelante y evolucionar aumentan.